Cuidado y mantenimiento de la plata

La plata de ley es un material sensible a determinados elementos que existen en el ambiente y también en nuestro cuerpo humano. Uno de estos elementos y quizás el que más le hace reaccionar es el azufre, el cual -y en forma de sulfuro- provoca un ennegrecimiento rápido de la plata.

Por tanto te conviene saber:

  • El pH (índice de acidez) de la piel puede tener determinadas características que provoquen el oscurecimiento rápido de la plata. Por eso dependiendo de quien lo toque, tarda más o menos en ponerse oscura.
  • Otros factores que pueden oscurecer la plata son los productos que nos ponemos en la piel como los perfumes, maquillajes, cremas…, pues algunos contienen alto contenido en sulfuros.
  • El tipo de alimentación también puede aportar al organismo distintas sensibilidades ante el contacto con la plata, a consecuencia de su metabolismo. En este sentido también hay que señalar la existencia de determinadas aguas mineromedicinales con un alto contenido en azufre, lo cual facilitará el ennegrecimiento de la plata.
  • El uso de medicamentos que puedan alterar el pH de nuestra piel también puede influir en la reacción de la plata ante su contacto.
  • El lugar donde se guarda la plata también es un aspecto a controlar para el mantenimiento lustroso de la plata, ya que hay materiales (como el yeso por ejemplo) que tienen elevado contenido en azufre y por tanto con la consecuencia comentada.
  • El uso de determinados perfumes y colonias y algunos jabones también pueden favorecer y acelerar el ennegrecimiento de la plata.

Como limpiar la plata:

Gamuza: Lo más sencillo es frotar la pieza con una gamuza o trapo de algodón a modo de mantenimiento permanente (una vez al mes aprox.). Si ha pasado demasiado tiempo puedes ayudarte con algún producto (tipo algodón mágico).

Lo único que tenemos que hacer es frotar la pieza con esta gamuza hasta que la plata alcance su brillo original. Notaréis que la gamuza en seguida se pone negra, pues bien, este negro no proviene de la suciedad de la plata, sino de la reacción química que se está produciendo al frotar.

Bicarbonato: A la hora de limpiar cadenas y piezas más complejas, os recomiendo el uso bicarbonato. En un trapo poner bicarbonato (en polvo) y humedecer ligeramente, ya que la intención es que el grano de bicarbonato no se diluya. Luego, situamos la cadena encima, cerramos el trapo y frotamos suavemente.

Agua y jabón: La plata que lleva piedras preciosas o semipreciosas, se pueden limpiar con agua caliente y jabón y frotando con un cepillo de dientes. Una vez aclarado sécalo bien con papel absorbente y después con un paño de hilo, así conseguiremos que la piedra brille más.